Patente Chanel nº 5
No es ningún secreto que Chanel, la famosa marca de lujo francesa más conocida por inventar cosas que nos hacen oler mejor, es también una voraz protectora de sus marcas. Como prueba de ello, basta con recordar que la empresa intimidó una vez a un proveedor de caramelos de dos personas por el uso del número «5». La cuestión es que cuando Chanel viene a quejarse de las marcas, hay que verlo todo con ojos estrechos.
La disputa se remonta a 2017, cuando Huawei solicitó la aprobación de la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO), un organismo de marcas, para registrar su marca de hardware informático que tiene dos semicírculos verticales entrelazados.
La empresa privada Chanel se opuso, alegando que el diseño era similar a su logotipo francés registrado de dos semicírculos horizontales entrelazados que se utiliza para sus perfumes, cosméticos, bisutería, artículos de cuero y ropa.
Los logotipos de Chanel están en la parte inferior y el de Huawei en cuestión está arriba. Sí, hay un círculo que encierra ambos símbolos. Sí, ambos incluyen formas entrelazadas. Pero más allá de eso, los logotipos son esencialmente opuestos. Y, francamente, no son el tipo de opuestos que llaman a la mente el logotipo de Chanel en absoluto. Si a esto le añadimos el hecho de que estas dos empresas compiten en mercados muy diferentes, resulta bastante descabellado que Chanel haya pensado en iniciar esta disputa.
¿Puede el derecho de autor de una fragancia
La Audiencia de Alicante ha concluido que la utilización de listas de comparación en la comercialización de perfumes de olor similar constituye una forma ilícita de publicidad comparativa, incluso cuando son los propios consumidores los que hacen uso de estas listas en un sitio web de venta.
Este último caso se pronunció sobre nuevas formas de utilización de las listas de comparación que ciertamente no se habían observado hasta la fecha: la posibilidad de dejar que los propios consumidores realicen la actividad de comparación a través de la barra de búsqueda de un sitio web.
Además de utilizar las listas de comparación en la venta de sus productos en los establecimientos minoristas, en este caso el demandado también vendía perfumes directamente a los consumidores en su plataforma de venta en línea. En consecuencia, el motor de búsqueda del sitio web invitaba a los potenciales compradores a «escribir el nombre de su perfume favorito» nada más acceder al sitio web. Es decir, la barra de búsqueda utilizaba como criterio de búsqueda los nombres de las marcas de perfumes conocidos, vinculando estas marcas registradas con los perfumes similares.
Marca Chanel nº 5
Está bien establecido que la función de una marca es dar una indicación a un comprador en cuanto a la fabricación o calidad de los productos, para dar una indicación a su ojo de la fuente comercial de la que provienen los productos, o las manos comerciales a través de las cuales pasan en su camino hacia el mercado. En las condiciones comerciales modernas, una marca cumple cuatro funciones cardinales: (1) identifica los productos y su origen; (2) garantiza su calidad inalterada; (3) es una publicidad; y (4) crea una imagen del producto. Teniendo en cuenta los aspectos antes mencionados relativos a las marcas, es posible que un «olor» pueda gozar también de la protección de las marcas. Hoy en día, varias industrias obtienen enormes beneficios de sus cosméticos, perfumes, etc. En este caso, el punto común de estos productos es el apaciguamiento del sentido del olfato del consumidor.
Técnicamente, la Ley de Marcas de la India de 1999 (TM Act) no incluye ningún olor, sabor, etc. en la definición de marcas; pero tampoco los excluye explícitamente de la definición. Así pues, los contornos de las marcas se están ampliando rápidamente. El sonido, el movimiento, el color, la textura, etc. pueden protegerse bajo el paraguas de las marcas. Sin embargo, este artículo es una crónica que se refiere únicamente a la «marca olfativa». En primer lugar, analizaremos el alcance y la conveniencia de las marcas no convencionales con referencia a las marcas olfativas. A continuación, reconoceremos los enfoques adoptados por las jurisdicciones extranjeras. A continuación, veremos la posición de las marcas olfativas en la India. Al mismo tiempo, trataremos de señalar ciertas dificultades prácticas sobre el registro de una marca olfativa. A la luz de estos amplios epígrafes, profundizaremos en este debate.
Marca de olor
Si oyera un sonido familiar y reconfortante asociado a un tipo de té concreto, ¿sería más probable que lo eligiera? ¿Y el olor a hierba recién cortada que desprenden las pelotas de tenis? O las pelotas de tenis con sabor a menta para su perro: ¿no sería bienvenido un aliento más fresco? A los especialistas en marketing les gustaría que pensáramos que sí, y éstas son sólo algunas de las sutiles maneras que tienen los fabricantes de hacer que reconozcamos sus productos. Pero, ¿hasta dónde puede llegar el registro de marcas para proteger estas ideas innovadoras?
Se dice que el olfato es uno de los tipos de memoria humana más potentes, y las empresas muestran cada vez más interés en combinar aromas agradables con sus productos. Para obtener el registro de una marca olfativa, los solicitantes deben ser capaces de representar visualmente el olor del producto y deben demostrar que es distintivo del propio producto. Una muestra embotellada del olor, por ejemplo, se descompondría con el tiempo y, por tanto, no podría mantenerse en un registro de marcas. Pero, ¿cómo se puede representar un olor de forma visual? Escribir la fórmula química de un olor es problemático, ya que se considera que representa la sustancia y no el olor de esa sustancia. Cualquier descripción escrita de un olor debe ser tan precisa que ese olor concreto no se confunda con ningún otro.