Amlo venezuela
Hace ocho años, bajo el Gobierno de Enrique Peña Nieto, México modificó su Constitución para permitir la participación extranjera en el sector energético. Estas enmiendas fueron seguidas por una serie de leyes de implementación aprobadas en 2014 que aclararon y delinearon los límites a la inversión extranjera en los sectores upstream, midstream y downstream de la industria de hidrocarburos y energía.
Las empresas energéticas respondieron favorablemente a estas reformas energéticas y se realizaron nuevas inversiones en prospección de petróleo y gas, generación de energía y transmisión de electricidad. Se construyeron cientos de centrales eléctricas nuevas y más eficientes, lo que redujo los costes de la energía e incentivó nuevas inversiones en la industria manufacturera de México. En el frente del petróleo y el gas, Talos Energy, ENI y Repsol hicieron nuevos descubrimientos en alta mar, con más pozos de exploración planificados para los próximos tres años.
En 2018, el gobierno de Nieto fue sustituido por el de Andrés Manuel López Obrador, del partido Morena, que comenzó a dar marcha atrás a las reformas energéticas promulgadas por la administración anterior. En abril de 2021, el Congreso aprobó cambios en la ley energética, que permiten a los reguladores revocar permisos a empresas que se considere que presentan un «peligro inminente para la seguridad nacional o la economía nacional», mientras que la Cámara Baja del Congreso votará en mayo de este año la posibilidad de devolver el estatus de monopolio a la CFE, la empresa eléctrica estatal. En septiembre de 2021, Talos Energy y sus dos socios del consorcio recibieron la notificación de SENER, el ministerio de energía, de que el descubrimiento Zama de Talos en aguas profundas del Golfo de México sería operado por Pemex. El consorcio Talos invirtió más de 350 millones de dólares en el prospecto Zama, que ahora se considera un descubrimiento comercial.
Campaña Amlo
Mariano Sánchez-Talanquer. Profesor Asistente en el Departamento de Política del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de la Ciudad de México y Academy Scholar en la Harvard Academy for International and Area Studies. Correo electrónico: [email protected]
Este artículo analiza el primer año del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el poder. Sostiene que su gobierno es rehén de fragilidades profundamente arraigadas en el aparato estatal mexicano, que limitan estructuralmente su capacidad para obtener resultados. Sin embargo, en lugar de abordar las deficiencias institucionales, las decisiones tomadas por el nuevo gobierno han comprometido aún más las débiles capacidades del Estado. Bajo la premisa de extirpar el viejo orden neoliberal, AMLO ha centralizado la toma de decisiones en el ejecutivo nacional, ha cultivado vínculos personalistas, ha desechado las instituciones heredadas y ha implementado un agresivo programa de austeridad fiscal. Estas medidas han perjudicado el funcionamiento de la burocracia y limitado las perspectivas de una mayor inclusión social. La austeridad fiscal, un discurso moralizador casi religioso y una mayor dependencia de los militares para la aplicación de las políticas marcan un giro conservador. Los intentos de debilitar los centros de poder independientes y la propensión de AMLO a demonizar a sus oponentes puede que no desemboquen en un giro autoritario total, pero han erosionado las condiciones para una política pluralista y una deliberación pública racional. En general, la «Cuarta Transformación» ha desaprovechado oportunidades para fortalecer democráticamente al Estado y sentar las bases de un cambio social progresista.
Reformas de Amlo
CIUDAD DE MÉXICO – Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia con la promesa de dar prioridad a los pobres. Pero su plan para reemplazar un programa contra la pobreza ampliamente celebrado tiene a algunos expertos preocupados de que la nueva administración esté siendo imprudente en sus esfuerzos por nivelar el desigual campo de juego económico y social de México.
A principios de este mes, López Obrador (ampliamente conocido como AMLO) esbozó cambios importantes en el programa mexicano de transferencias monetarias condicionadas (TMC), Prospera. México fue pionero en las TMC en la década de 1990, y la metodología -que incluye pagos directos a las familias pobres a cambio de que mantengan a sus hijos en la escuela y acudan a revisiones médicas periódicas- ha sido una parte clave de la agenda contra la pobreza del país desde entonces.
Alrededor de 3.000 millones de dólares del presupuesto de Prospera financiarán ahora la parte de educación básica de un nuevo programa de becas, Becas Benito Juárez, dijo Leticia Ánimas, responsable del nuevo programa. Los incentivos a la salud y la nutrición -que, según los defensores de la TMC, ayudan a mejorar la vida de los pobres- se han eliminado en lo que Ánimas calificó como un amplio replanteamiento de la lucha de México contra la pobreza.
Ine mexico amlo
Y mientras que el populismo se ha asociado típicamente con el ascenso de agitadores de derechas como Donald Trump, en México ha sido aprovechado por un presidente de izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, cuyas promesas de luchar contra la corrupción y aumentar la seguridad en todo el país han sido bien recibidas por muchos.
En un discurso pronunciado por el presidente mexicano -conocido como Amlo- en la inauguración de la Conferencia Internacional sobre Innovación Educativa (CIIE) el mes pasado, se esbozaron los puntos políticos que han sido fundamentales en su programa presidencial: austeridad gubernamental, mejora de la distribución de la riqueza en el país y prioridad a los pobres.
Salvador Alva, presidente del Instituto Tecnológico de Monterrey, sede del CIIE, celebró la inusual visita del presidente a una institución de educación superior. Sin embargo, dijo que el presidente debería hacer más para mejorar la movilidad social en el país.
«Para nosotros es importante que se enfoque en el progreso a corto plazo en México -corrupción, seguridad-, pero otros problemas a largo plazo son más importantes y eso [incluye] el talento, porque eso significa movilidad social y mejores ingresos para la sociedad.»